Las dos tartas eran iguales de sabor, bizcocho de chocolate con leche y crema suiza de vainilla, pero cada una iba teñida con un color distinto, la de Spiderman a juego con el azul del cielo del fondo de la lámina
La de Peppa Pig, con el verde que suele tener el suelo por el que pisa el famoso personaje
La verdad es que estos layer cakes quedan muy buenos, esponjosos, suaves, no excesivamente dulces y muy, muy ricos
Y hacer estas láminas verticales, da mucho juego a quien no le guste la tarta fondant, y quiera personalizar su tarta ¿no creéis?
Espero que os gusten, en la fiesta desde luego fueron un éxito, tanto para los niños, que les encantó y se peleaban literalmente por comerse a Spiderman o a Peppa, como para los mayores, que me sé de alguno que repitió y tripitió, jejejejeje
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